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Buenos Aires, alma de piedra
El 24 de octubre era difícil
siquiera imaginarse que Mauricio Macri llegaría a ser presidente, que la
persona (y el grupo de personas) que representa lo peor de la política nacional
actual armaría un gabinete, manejaría policías, escuelas, hospitales, parques
nacionales, transportes, energía y sueldos de millones de personas.
Luego de haber cometido
excesos y actos ilegales de todo tipo y color en la Ciudad de Buenos Aires, de
haberla transformado en una usina de negocios y haberle recortado presupuesto año
tras año a educación y salud creó una ciudad completamente nueva, una ciudad
donde los que tienen poco o nada no asumen derechos sino que perciben servicios
(http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-115173-2008-11-17.html, http://www.pagina12.com.ar/diario/sociedad/3-121852-2009-03-20.html, http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-268230-2015-03-16.html). Creó un ciudadano pasivo y apático
hasta para defender lo que le corresponde, y activo para criticar al que lo
defiende; habitar, curarse, educarse, pasaron a ser otro ámbito lucrativo para
diversas empresas que no sólo se beneficiaron con contratos con la Ciudad sino
que -gracias a la desidia en el manejo de lo público- la desfalcaron.
La educación fue
progresivamente desfinanciada (http://chequeado.com/ultimas-noticias/esteban-bullrich-se-invirtio-en-escuelas-un-50-mas-que-la-gestion-anterior/) y ello implicó dejar en el olvido obras
prometidas para 2012 o 2013 (el edificio nuevo de la Rogelio Yrurtia, todavía
sin noticias, el traslado de la Aída Mastrazzi a su sede original, pendiente
desde hace dos años), escuelas que se caen a pedazos y falta total de nuevos
proyectos edilicios. Desfinanciada y con becas ínfimas, la educación pública se
ahoga en el descrédito y la mala fama y hace que los padres que poco tengan
prefieran mandar a su hijo a un colegio parroquial, generalmente de cuota
accesible. La educación privada, ampliamente subsidiada por la Ciudad, se
benefició directamente y con creces (http://www.minutouno.com/notas/312627-ciudad-el-16-del-presupuesto-educativo-va-privados-y-solo-18-infraestructura-escolar-publica ).Mientras, para los colegios públicos,
aulas container e inscripción online selectiva y defectuosa (si en diciembre y
febrero no podés anotar a tu hijo a una escuela pública, ante el peligro de que
pierda el año, lo anotás en una privada).
Las prepagas siguen
aumentando sus clientes tanto como sus cuotas mientras los hospitales ven
reducido su presupuesto año tras año. El Garrahangate
de este año fue una simple muestra del desangrado constante de los nosocomios:
la única razón por la que se visibilizó tanto fue que para el FPV fue una gran
oportunidad de campaña (ridículo, por otra parte, porque es el mismo partido
que votó a favor de dicha reducción: http://www.laizquierdadiario.com/Hospital-Garrahan-no-al-ajuste-del-macrismo-y-el-kirchnerismo). El Borda, tras años de olvido y sin
gas, fue ocupado por fuerzas de seguridad que reprimieron una protesta pacífica
contra la demolición de un taller de los pacientes amparada por un argumento ridículo
(aparentemente la presencia de asbesto amerita este accionar: http://www.infojusnoticias.gov.ar/nacionales/a-un-ano-de-la-represion-en-el-borda-10-imagenes-para-no-olvidar-3889.html) . Esa intervención simplemente encubría
el objetivo de vender los terrenos para la sede del Centro Cívico (nuevamente, avalado
por el FPV: http://periodicotribuna.com.ar/14306-represion-en-el-borda-coletazos-del-pacto-pro-k.html)
La especulación inmobiliaria,
mientras, fue ganando terreno. Con las viviendas sociales de la ciudad
prácticamente frenadas (http://www.lanacion.com.ar/1784238-vivienda-una-pesada-herencia-que-macri-le-deja-al-proximo-gobierno-de-la-ciudad), la falta total de regulación de los
alquileres y la mentira del crédito “Primera casa BA” (http://tiempo.infonews.com/nota/150646/el-pro-admitio-el-rotundo-fracaso-de-su-programa-de-creditos-para-la-vivienda), los inquilinos y los sin techo se
acostumbran al abuso, el despojo y la indiferencia. Tan exagerada es la
situación que se crearon la UAI (http://www.inquilinos.org.ar/)
y la IA (https://www.facebook.com/inquilinos.agrupados/?fref=ts).
Pero los abusos del PRO nunca
hubiera sido posible sin el aval concupiscente y solapado de la primera minoría
de la Legislatura Porteña: el Frente Para la Victoria: cuando tuvo oportunidad
de realizar juicios políticos o pedir explicaciones se agachó espectacularmente
y dejó que las cosas fluyan (o, en algunos casos, las apoyó explícitamente como
cuando negoció un paquete de veinte leyes altamente cuestionables en 2013): http://www.lapoliticaonline.com/nota/61279/, http://www.lapoliticaonline.com/nota/60338/, http://www.cronista.com/economiapolitica/Con-apoyo-opositor-Macri-ya-aprueba-un-paquete-de-20-leyes-20131108-0054.html.
Por otro lado, ya nos
acostumbramos al accionar casi despótico de Macri cuando decidía vetar leyes
que hasta sus propios leigisladores habían propuesto o votado: http://chequeado.com/ultimas-noticias/vidal-menos-del-5-de-las-leyes-que-se-aprueban-por-ano-son-vetadas/. Si algo aprendimos en la Ciudad es que
el PRO no dio ni opciones ni respetó derechos y que para el FPV todo se puede
negociar. Y por ello no debe extrañar
que hayamos cenado lo que cenamos este año que se fue.
Plato
principal: Spottismo ilustrado
Lo más desesperante de la
campaña fue la vacuidad de los discursos, las propuestas, las entrevistas y los
spots. Todo giraba alrededor de consignas vacías, estadísticas incomprobables,
propuestas imposibles y palabras bonitas que más que una postura seria desnudaba
una falta total de comprensión del rol que ambos candidatos tenían para encarar
el cargo al que aspiraban ocupar.
Siendo ambos millonarios y
ambos empresarios que se dedicaron a vaciar empresas y/o contraer negociados
turbios, pocas veces habrán conocido un colectivo por dentro, o bancarse filas
en el banco, facturas abusivas o precios inflados. Siendo ambos también
provenientes de la educación superior privada (en el caso de Macri, primaria y
media también), son hijos de su tiempo: una era de retroceso progresivo del
estado hacia los confines de la población. Ambos además están acostumbrados a
un sistema judicial corrupto que los sobresee en los momentos oportunos (Macri
y el contrabando y las escuchas ilegales, Scioli y el quincho ilegal incendiado).
Ambos estuvieron siempre
lejos de los problemas de la gente común, se enriquecieron con el menemismo y vivieron
con tranquilidad el fin de siglo, hasta que la política “los llamó” (a Scioli
un poco antes: https://www.youtube.com/watch?v=ezaPayZ3zHQ). Completamente ajenos a la militancia
partidaria y de la interiorización con los problemas políticos y sociales del
país, se convirtieron súbitamente en conductores desideologizados que por
incomprensibles razones opacaron a políticos de longa trayectoria y diversas
procedencias (Leopoldo Moreau, Elisa Carrió, Alfredo Bravo, Álvaro Alsogaray,
Miguel Ángel Toma, Antonio Cafiero, Eduardo Angeloz, etc.). Estos ocasos tienen
su razón de ser en un cambio de era muy drástico (últimos trece años) que
deglutió partidos enteros (la UCR, por ejemplo, que no superó el 10 % en
ninguna de sus últimas siete elecciones, el PS y el PC, ahora son brazos del
FPV, la UCD desapareció en 2009 y sus neoliberales se desperdigaron) y
personalidades partidarias muy valiosas, muchas veces de referencia -más allá
de acordar con sus idearios o no-. La deshistorización y despartidización de la
política argentina llevó a lo que analizaremos a continuación.
El 70% de los votos estaba
concentrado en tres millonarios desideologizados que predicaban por el cambio,
la libertad, el futuro, la esperanza y la unión, nada nuevo ni nada aventurado
(ya lo habían hecho Francisco De Narváez, Roberto Lavagna, Ricardo López Murphy
y hasta Julio Cobos). El futuro del país ya estaba rifado, porque la
continuidad falsa que predicaba Daniel Scioli estaba en franca contradicción
con el gabinete que planeaba armar y su gestión provincial (a Karina no le
creía nadie su look de nueva Evita, sobre todo considerando que estafó al Banco
Provincia por una suma millonaria para financiar su fracasada empresa de
perfumes).
Así que los tres competían en
vacuidad discursiva, pero lo más preocupante fue la recta final hacia el
ballotage, cuando realmente había que decir algo interesante: ese momento no
ocurrió nunca, solo se libraron batallas terminológicas ancladas en propuestas
inconcebibles dado el prontuario de ambos candidatos.
¿Qué es el spottismo? Es la
compulsión que tiene un candidato a inundar su discurso con frases hechas,
interpelaciones amplias, propuestas precoces u oportunistas y consignas descoloridas.
El objetivo del spot es completamente apartidario: convencer a la mayor
cantidad de gente, sea del partido que sea, y ello les quedaba cómodo a ambos
candidatos, puesto que ninguno tuvo un compromiso partidario de larga data (los
años menemistas de Scioli son solo tres menos que los kirchneristas) y lo único
que les interesaba era ganar. Ambos eran lo suficientemente neutros como para
decir lo mismo con distintas palabras, pero obviamente a Scioli le pesaba el
lastre peronista más que a Macri, que con su blindaje mediático, su alianza utilitaria
y ficticia con la UCR y el voto anti-k tenía más ventaja. Por ello la
diferencia se basó no en una cuestión partidaria sino en la dicotomía
cambio/continuidad, aunque ambos polos se defendieron con un discurso
igualmente hueco. Para llegar a ver el spottismo con claridad hay que ver
primero algunos spots:
Scioli
La retórica del deporte y del
triunfo a pesar de todo es lo que inunda estos discursos, que se mezcla con
otros relacionados con el pasado del país y la herencia kirchnerista. En ningún
spot se lo vincula partidariamente de modo explícito y se menciona a Cristina o
a Néstor en alguno aislado. Scioli hablaba de continuidad pero no de
continuidad partidaria, eso siempre fue claro: él creó su propia logia y su
propio credo e intentó generar una mística de líder que siempre le faltó. Es
más, eligió un color y palabras propias que podrían bien designar una nueva
formación política desligada o heredera del kirchnerismo.
Macri
A pesar de tener la fortuna
de contar con el apoyo de la UCR y de Carrió, ambas figuras brillan por su
ausencia en toda mediación audiovisual o gráfica: lo único que indica que hay
más partidos que el de Macri es la franja multicolor. Estos anuncios son un
poco más hábiles: Macri no tiene lastre partidario nacional, así que se muestra
con distintas personas en calidad de visitante campechano y bondadoso.
Luego, están los spots más personalizados, visitando gente con diálogos excesivamente guionados y emotivos, como si te visitara un familiar que te va a cambiar la vida, y así de forzados.
Hay dos que son polémicos:
Ambos spots son claramente invasivos y hacen florecer la impronta patronal y machista del candidato. Claramente invadiendo los espacios personales y dando cariño ficticio a niños, deja a las niñas en una posición incómoda y comprometida. Un análisis de estos spots conviene traer a colación:
http://www.laizquierdadiario.com/spip.php?page=movil-nota&id_article=21129.
Contraspots
Para finalizar, dos anuncios con fines difamatorios de ambos partidos. Salieron la última semana antes del ballotage:
Para
tomar: El blindaje mediático y el consenso fabricado
Algunos medios de
comunicación fueron gestores de campaña. Esto nunca sorprende, ya que desde
hace al menos ocho años la pelea entre los multimedios y el kirchnerismo se
volvió explícita y tomó tintes casi grotescos; la Ley de Medios (hoy
desestimada por decreto) fue un gran triunfo de la sociedad argentina en su conjunto
(no tanto la AFSCA, que demostró claramente su desinterés en los medios
independientes). Lo que sí sorprende es la asunción del rol marcadamente
partidario de los medios durante octubre, noviembre y (obviamente) diciembre.
Lo más sorprendente e indignante
es cómo se instaló un triunfalismo durante todo noviembre. Las encuestas
dibujadas, los debates donde se daba por ganador a Macri continuamente, la
sobremediatización de los candidatos y funcionarios del PRO gestaron la idea de
que Cambiemos iba a ganar y tenía que ganar.
Macri ganó prácticamente de
pedo el ballotage: una diferencia de solo 700.000 personas, el equivalente a un
1,5% del padrón, no hacen triunfador a nadie. El panorama actual es este (Fuentes: diario El Cronista y El Día ), nada más alejado de un gobierno con mayoría automática (y por eso no sorprenden los decretazos):
Sin embargo los medios lo
levantaron y lo levantan aún como si lo hubiera votado la inmensa mayoría,
intentando dar legitimidad a sus ridículas y autoritarias acciones: http://tn.com.ar/politica/lo-que-estabamos-esperando-el-inexplicable-baile-de-macri_586038, http://tn.com.ar/politica/paso-lo-imposible-macri-es-presidente-electo-y-bailo-muy-bien_637545, http://tn.com.ar/politica/macri-euforico-desde-el-balcon-de-casa-rosada-hablo-bailo-y-termino-con-un-graciasssssssssss_641145. Habrá que repasar algunos de los
epicentros de la campaña periodística:
TN inauguró su sistema 360 casualmente con los
festejos en el obelisco (una manera de decirle a los perdedores: “para los K
que lo miran por TV, con alta definición y vívidamente”): http://tn.com.ar/politica/como-nunca-lo-viste-los-festejos-en-el-obelisco-en-360deg-y-con-un-drone_637687.
La Nación dedicó durante dos
o tres años una contratapa que servía como portavoz de la campaña macrista
-destacando sus acciones en la ciudad- con una denominación aparentemente
neutral (“Buenos Aires”), donde se destacaba el periodista Mauricio
Giambartolomei. También en La Nación Luis Majul bombardeaba casi semanalmente
sobre las estrategias que debía seguir el candidato amarillo y lo elogiaba cada
vez que podía, plagando sus “notas” (por respeto al periodismo de verdad lo
pongo entre comillas) con condicionales y palabras claramente buscadas en
diccionarios de sinónimos. Esto sin contar los numerosos periodistas y
cronistas ocasionales conservadores de medio pelo que plagan sus páginas
(Carlos Reymundo Roberts, Eduardo Fidanza, Luis Alberto Romero, Mario Vargas
Llosa, etc.), obviamente dejando de lado a los periodistas más serios como
Carlos Pagni. Clarín hizo lo mismo pero con los periodistas mediocres de
siempre.
Periodismo Para Todos, el
ariete principal del antikirchnerismo, se dedicó a cubrir íntegramente las
famosas marchas nocturnas “autoconvocadas”, los cacerolazos, a generar intrigas
respecto a la muerte de Nisman y la supuesta implicación de Aníbal Fernández en
el crimen de General Rodríguez. El programa sirvió como tribuna de denuncias
serias y bien fundamentadas solo tres o cuatro veces: cuando descubrió la
conexión entre Fariña y Lázaro Báez (“ruta del dinero k”), cuando denunció los
negociados de los gobernadores provinciales kirchneristas (Maurice Closs y
Gildo Insfrán) y cuando descubrió la relación comercial entre Núñez Carmona,
Alejandro Vandenbroele y Amado Boudou (acusados por falsificación de papeles de
autos, la reestructuración trucha de la deuda de Formosa y la adquisición
turbia de Ciccone Calcográfica). Pero el resto de los programas (casi el 60%)
fue pescado podrido, estados de la cuestión (la trata en la Argentina), seguimiento
de denuncias anteriores o puro stand up machista y chabacano. Si a todo esto le
agregamos el estilo campechano sobreactuado y la postura de adalid de la verdad
que caracterizan a Lanata obtenemos un programa muy poco serio, aburrido y
hasta irritante, insostenible teniendo en cuenta que duró cuatro temporadas
enteras.
Postre:
Panqueques y vuelos de cabotaje
Macri va a gobernar para el
campo, los medios dominantes y las empresas multinacionales, eso está clarísimo
y ya lo comenzó a demostrar con sus decretazos y despidos. Moyano y Venegas
fueron sus laderos sindicalistas y serán quienes justifiquen paso a paso sus
acciones porque lo único que les interesa es conservar su kiosco gremial (y el
dinero y los matones que ello implica) y mantener contentos y a raya a los
trabajadores: su única inquietud durante todo 2015 fue el impuesto a las
ganancias.
Pero es interesante también
ver quiénes que antes lo criticaban están hoy alineados con él:
La subsecretaria de Políticas Universitarias
que iba a acompañar a Juan Cruz Ávila es Danya Tavela, la referente educativa
del frente Progresistas de Margarita Stolbizer: http://www.lanacion.com.ar/1850311-juan-cruz-avila-sera-el-nuevo-secretario-de-politicas-universitarias. Ávila renunció, pero ella sigue en el puesto,
y comparte subsecretaría con dos hombres conservadores históricos del Radicalismo:
Alberto Dibbern y Albor Cantard.
Martín Lousteau, candidato
con pinta de empresario descontracturado que imitaba la postura de empresario
descontracturado que caracterizaba a Macri en 2007, luego de negar
constantemente sus vínculos con el PRO, hacer una campaña tibia en oposición a
Larreta y no jugarse completamente a decir que iba a votar a Margarita
Stolbizer (http://www.eldestapeweb.com/elecciones-2015-lousteau-confirmo-que-no-apoyara-macri-las-presidenciales-n7969, http://www.diarioregistrado.com/politica/124693-lousteau-revelo-a-quien-votara-en-las-paso-nacionales.html), terminó siendo Embajador en Estados
Unidos.
Juan Manuel Urtubey, quien
sirviera de umbral para la campaña de Scioli en abril (lo fue a visitar cuando
ganó en marzo) fue uno de los primeros gobernadores en panquequear: http://www.clarin.com/politica/Elecciones_2015-Juan_Manuel_Urtubey-Salta-Mauricio_Macri_0_1358864406.html, http://www.perfil.com/politica/Urtubey-elogio-a-Macri-y-critico-a-Cristina-En-los-ultimos-8-anos-no-existio-algo-asi-20151213-0068.html, http://www.clarin.com/politica/Urtubey-Jamas-participado-reunion-gobernador_0_1484851714.html.
Siguieron Gildo Insfrán (http://www.diariopinion.com.ar/noticias/2015/11/23/3858-insfran-auguro-exito-a-mauricio-macri-que-triplico-sus-votos-en-formosa) , Juan Manzur (http://www.lagaceta.com.ar/nota/664292/politica/manzur-elogio-macri-fue-discurso-lleno-esperanza.html) y se espera que otros se vayan
acercando a medida que pasan los meses, porque así es el peronismo.
De los barones del conurbano
no se sabe mucho: algunos terminaron desplazados por los rostros mediatizados
de Cambiemos (Martiniano Molina, Ramiro Tagliaferro, Néstor Grindetti, etc.) y
otros ganaron, manteniéndose muchos en silencio estratégico mientras ocurría
todo lo que derivaría en la pérdida de la provincia de Buenos Aires: los meses
que pasaron entre las PASO y el 23 de octubre. Ni Domínguez ni Fernández eran
candidatos buenos, ambos eran pésimos y ninguno tenía la potestad de erigirse
como el emblema del justicialismo, y ello generó una grieta que los medios y el
PRO aprovecharon satisfactoriamente. Tras la derrota de Julián, a ningún barón
le interesó que ganara Aníbal, lo único que querían era mantener su
intendencia, y así militaron para ellos
mismos (si ello implicaba entregar boletas cortadas con su nombre en vez de la
boleta completa Intendente-Fernández-Scioli, lo harían, y así lo hicieron). La
única que ganó en la provincia de Buenos Aires fue la tijera: http://www.clarin.com/politica/Ustarroz-Wado_De_Pedro-Mercedes-Cambiemos-FPV-Macri_0_1454254813.html, http://www.clarin.com/politica/corte_de_boletas-Daniel_Scioli-Margarita_Stolbizer-candidatos_0_1454854559.html, http://www.losandes.com.ar/article/gano-scioli-perdio-anibal-medio-millon-de-boletas-cortadas-en-buenos-aires.
Por último, un video que
demuestra hasta qué punto el kirchnerismo llegó dividido, herido y
desesperanzado a las elecciones de un candidato que no querían, de un Randazzo
abatido pero certero:
Café: Matsaaruti, Pukak, Auniq
Votar en blanco fue lo que
muchos kirchneristas creían (y siguen creyendo) habría sido la causa del
triunfo de Cambiemos. Varios recibimos ataques y chicanas absurdas por votar
por ninguno de los dos candidatos del ajuste, la Iglesia y el campo y los
intereses extranjeros. Circuló por todos lados la típica imagencon el objetivo de simplificar las cuestiones
y rememorar a todo el mundo que el kirchnerismo era la única opción:
También circuló esta
estupidez (http://kirchnerista.blogspot.com.ar/2015/11/no-te-alcanzo.html) que pretende aunar todos estos logros
bajo una ficcionalización épica del kirchnerismo, cuando en realidad todo ello
fue votado en el Congreso por legisladores de varios partidos y apoyado por la
inmensa mayoría de la población, sin importar banderas. El miedo a perder todo
lo logrado fue manipulado vilmente para conseguir votos a un candidato que no
era garantía ni de la mitad de las cosas que están en esa lista; comparto parcialmente este decálogo de errores de campaña del kirchnerismo: https://www.mariajuliaolivan.com.ar/2015/10/26/los-10-errores-de-la-campana-oficialista/.
Para el kirchnerista medio los que votamos en blanco somos sus enemigos, porque cree que realmente queríamos que ganara la derecha, porque realmente piensa que somos tibios y que nuestros objetivos e ideas jamás se van a cumplir. Nunca dijimos que los dos eran lo mismo pero tampoco nunca dijimos que íbamos a votar al mal menor, como quisieron convencernos sus propios militantes.
Pero del mismo modo en que no creemos que haya un discurso unificado entre los simpatizantes del FPV ni que se crean todo lo que sus referentes partidarios dicen, ellos deberían darse cuenta de que las reivindicaciones del que no se sentía representado por ninguno de los dos candidatos millonarios (de hecho la "garantía de la continuidad" estuvo a punto de acompañar a Macri a Davos, y el 11 de diciembre ya estaba de su lado: http://www.lanacion.com.ar/1853330-mauricio-macri-se-reune-con-daniel-scioli-en-la-casa-rosada) son más que razonables. Ya perdimos, los dos perdimos y es hora de comprender mejor al otro, pero sin dejar de reconocer los errores, propios y partidarios.
Del mismo modo que hay fracciones e ideas entrecruzadas dentro del FPV, hay diversas posturas dentro del votante en blanco, impugnado o nulo, que a pesar de ser un 3% fue un 3% definitorio, que buscó conscientemente alejarse de las falsas polarizaciones, las estúpidas promesas y los libretos del spot. Si el kirchnerista medio desea que se entable un diálogo serio y coherente debe dejar de pensar que somos macristas encubiertos, o le va a seguir yendo muy mal. El problema del voto en blanco (y si se quiere, del voto en sí) es similar a las trampas del lenguaje: la nieve es una sola, pero puede haber cincuenta palabras para describirla: There are 50 eskimo words for snow.